top of page

Devocional | Nuestras Cargas

"Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido". (Salmos 55:22).

Cargas pesadas que nos ayudan a crecer

En Arabia, en algunos palmares, existe la costumbre de colocar sobre la corona de las hojas de las pequeñas palmeras una piedra pesada para impedir que crezcan demasiado. Esta carga pesada le impide un crecimiento rápido hacia arriba, al no poder crecer, la palmera profundizan sus raíces que las llevan a estar más arraigadas y a encontrar más aguas. Así obtienen tres excelentes resultados:

1- Tronco se vuelve más grueso.

2- Madera más dura.

4- Frutos más abundantes.

La carga pesada en la corona de la palmera le ayudó a tener unas raíces más profundas estas raíces más profundas le ayudaron a fortalecerse contra todo tipo de viento ya que su raíz están más profunda. Y pudo desarrollar un tronco más grueso. Todo esto también la condujo a producir más y mejores frutos.

Dios tiene en sus manos todos nuestros sufrimientos, cualquier circunstancia que experimentemos, viene con la mano de Dios, las pruebas que el Señor permite que atravesemos con él, nos hacen más fuertes, más capaces de resistir a las malas influencias. Las pruebas hacen que oremos más a menudo. Tal vez no comprendamos la utilidad de esa carga, pero más tarde veremos un progreso, un resultado, un "fruto apacible de justicia.

Hebreos 12:11-13 Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia. Por tanto, fortaleced las manos débiles y las rodillas que flaquean, y haced sendas derechas para vuestros pies, para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane.

En algunos pueblos en Africa algunas personas que  tienen que atravesar a pie un río, lo hacen llevando una carga persada en la cabeza. Ese peso hace que sus pasos sean más seguros y más firme; les ayuda a mantener el equilibrio y a no ser arrastrados por la corriente. ¡Es justo lo que aveces experimentamos cuando pasamos por una prueba! La carga no nos aplasta, sino que incluso nos mantiene de pie en medio de la corriente de una vida aveces muy agitada, porque la compañía del Señor nos es indispensable.

Deuteronomio 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Deuteronomio 8:3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Nuestras cargas y el sufrimimiento que enfrentamos son el medio que hacen nuestros corazones más recto, humilde y manso nos ayuda menguar nuestro orgullo, soberbia y vanidad. 

En épocas de prosporidad y grandes bonanzas, nuestros corazones a menudos se dividen, la mitad persiguiendo a Dios y la otra mitad obsesionada con el mundo, las cargas y el sufrimiento nos quitan nuestros deseos de seguir tras el mundo, nos quitan del corazón toda atadura al mundo y pone todo nuestro corazón a aferrarse a Dios con completa sinceridad y con plena confianza. Así como cuando ponemos a calentar a fuego una vara de metal torcida para enderezarla, Dios nos sostiene sobre el fuego del sufrimiento para hacernos más rectos. Es buenos que cuando el pecado tuerce nuestras almas y las aleja de Dios, Él use algun sufrimiento o un tipo de carga para alinearnos.

Las pruebas, las cargas, el sufrimiento destruyen el pecado. Hay un monton de pecado  que permanece aún en el mejor de los corazones (Romanos 7), y el sufrimiento sirve para depurarlo, así como el fuego purifica el oro. El fuego del sufrimiento echa fuera toda impureza espiritual: orgullo, lujuria, codicia, soberbia, avaricia, vanidad y un millón de otras cosas.

Dios permite que el sufrimiento entre en nuestras vidas para refinarnos, por así decirlo, para enseñarnos a ser cada vez más dependientes de Él. —R.C. Sproul 

En vez de tratar de deshacerno lo más rapido posible de nuestros problemas y preocupaciones, pidamos más bien a Señor que nos dé la fuerza y la paciencia necesarias para soportalas y atravesarlas con él. Pidamos que nos muestre cuál es la edificación que hay en cada situación.

Santiago 1:2-4 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas,  sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia,  y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada. 

Romanos 5:3-5 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 

Las cargas y el sufrimiento abren camino al consuelo departe de Dios. Dios templa el dolor exterior con paz interior: "Convierte nuestras tristezas en gozo" Toda carga, prueba, o aflicción si la comparamos con nuestra esperanza en gloria sería una ridiculez.

Romanos 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 

2º de Corintios 4:17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 

Mateo 5:4 Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.

Juan 16:20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.

1ª de Pedro 1:6-7 En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas,  para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo;

Una curiosa historia

Un viajero cruzaba un desierto camino de una lejana ciudad en la que quería comerciar con joyas que llevaba en la alforja de su camello.

Este mercader había tenido una vida difícil: nació dotado de belleza, gracia e inteligencia en una familia de clase alta de su ciudad. Sin embargo, sus padres se arruinaron, su madre enviudó e -incapaz de mantenerle por sí misma- le había abandonado, obligándole acrecer y subsistir en la calle, truncando su prometedor futuro.  Aunque había prosperado económicamente gracias a negocios un tanto turbios, la semilla del rencor se había afincado en lo más profundo de su corazón.  Y cuando uno tiene un corazón putrefacto le disgusta la bondad y la belleza… Y sus obras suelen ser pestilentes, acordes con su alma.

Así que cuando el viajero, en medio de la nada que le rodeaba, vio a lo lejos una joven palmera que se alzaba entre la arena…  Le molestó su visión.  Primero pensó en cortarla, pero prefirió hacer algo más perverso y retorcido.  Se acercó a ella y le dijo:

– ¿Crees que vas a crecer hermosa y espléndida?  Voy a demostrarte lo dura que es la vida y como, en ocasiones, parece que Dios pone un pie sobre tu cabeza para que no puedas levantar tu rostro del suelo.

Y cogiendo una pesada piedra, la depositó cuidadosamente sobre la corona de la palmera para evitar que ésta pudiera seguir elevándose y creciendo.

– A ver ahora cómo te las apañas- le dijo antes de proseguir su camino.  Y se fue.

La tierna palmera, doblada por el peso, trató de deshacerse de la roca…  Pero todo fue en vano.  Ni tan siquiera aprovechando el balanceo del viento logró moverla, pues tan bien la había asentado el dolido viajero.  Luchó y luchó contra la roca, pero comprendió que era una batalla perdida…  Le faltaban fuerzas.

Finalmente lo asimiló y aceptó, así que decidió arraigarse y profundizar en la tierra.  La piedra le impedía crecer hacia arriba, pero no desarrollar su base y fundamento…  Así que fue ahondando en la tierra, profundizando más y más para aprovechar hasta la última gota de la escasa agua del desierto.  Y tanto profundizó que topó con una corriente de agua subterránea que le dio nueva fuerza y vitalidad.  Gracias a ella se desarrollo de un modo extraordinario, robusteciendo su tronco y sus raíces hasta que le permitieron crecer y crecer a pesar del peso de la piedra que seguía asentada sobre su corona.  Se convirtió en una majestuosa palmera realmente espectacular…  Un oasis de sombra para todos los viajeros.

Al cabo de unos años, muy enriquecido por sus negocios, el malvado mercader volvió sobre sus pasos camino de su antiguo hogar y encontró esa fantástica palmera.  Incrédulo, trepó por ella para comprobar si era la misma a la que él había condenado a soportar una pesada losa.  Lo era.  Tardó unos minutos en comprender lo que había ocurrido, pero finalmente lo vio claro: las dificultades no habían truncado el crecimiento de la palmera sino que la habían llevado a echar raíces, a profundizar y profundizar en lo oculto hasta encontrar un manantial de vida que la había permitido crecer con renovadas fuerzas.

En ese instante, un velo se desprendió de sus ojos y comprendió que las dificultades que habían rodeado su vida le habían hecho robustecerse, profundas aguas limpiaron su rencor y, desde ese mismo momento, decidió volcarse en su interior y transformar su amargura en agradecimiento porque él era el que era gracias a sus vivencias, a las buenas y a las malas…

El viajero cambió de vida, una sonrisa se dibujó en su rostro, buenas obras salían permanentemente de sus manos, buenos sentimientos de su alma y –para no olvidar tan importante acontecimiento- comenzó a peregrinar anualmente a su palmera para recordar quién era, en qué se había convertido y cómo incluso del mal –en ocasiones- quiere el destino que surja un bien.

Las enseñanzas pueden surgir de los más recónditos lugares para quien está preparado para percibirlas…  Todo llega en el momento adecuado…  Pero hace falta un transmisor, un instrumento…  Para el mercader fue la palmera…  Dios obra de manera muy misteriosa, Dios nos dejo su concejo en Su Palabra; La Biblia es nuestra regla de fe y de conducta infalible, La Biblia es un regalo de sabiduría y amor que Dios ha entregado a la humanidad, para normar y edificar sus vidas y actuaciones, y para proveer de sabiduría, carácter, sentido de propósito vida y fe. En ella encontramo el ejemplo y modelo pefecto "Cristo Jesus":

Mateo 11:28-30 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.

Ojalá a nosotros la Palabra de Dios nos transforme y nos ayude a descubrir que todo es para bien y que no debemos perder jamás nuestro gozo ante las dificultades…  Sino recibir cuanto tienen que ofrecernos, crecernos ante ellas, profundizar en nuestras raíces y seguir desarrollándonos, edificandonos, creciendo en la fe, creciendo en la gracia, tenemos que pernacer arraigados a vid y dejar que el viñador nos pode para que llevemos frutos en abundancia. (Juan 15:1-3)

Romanos 8:28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.

Colosenses 3:3-4 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 

1º de Pedro 1:13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 

1º de Juan 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 

(Enmanuel Cruz)

Búsqueda por Etiquetas
No hay etiquetas aún.
Sigue "HERMENEUTIKO"
  • Black Facebook Icon
  • Black Twitter Icon
  • Black YouTube Icon
  • Black Instagram Icon
bottom of page