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Hermenéutica | 1. Introducción


Hermenéutica

Es el estudio de los principios, métodos y reglas que gobiernan la correcta interpretación de la Palabra de Dios.

“Es el estudio de los principios que se usan para interpretar la Biblia”.

La hermenéutica como ciencia

Es la ciencia que estudia los principios de interpretación de la Biblia.

Ciencia: Es la sistematización de una disciplina en particular o Conjunto ordenado de conocimientos estructurados, conocimientos que se obtienen mediante observación, estudios, experimentos lógicos y ordenados para llegar a un fin determinado.

RAE: "Ciencia: Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación de los que se deducen principios y leyes generales.

Es una ciencia porque es guidada por reglas fijas inviolables. Aplicación de la ciencia general de la lingüística.

Ciencia aplicada a la hermenéutica no quiere decir que podemos observar y reproducir en base a la observación, más bien denota que la interpretación no es al azar y que no está sujeta a los caprichos del intérprete individual (2ª de Pedro 1:20-21). Observa la Estructura y las reglas que Dios ha hecho, no en cuanto a cosas científicas, sino a cosas lingüística en este caso a Su Revelación, observa cuales son las leyes o principios que Dios mismo ha establecido en la Escritura, para interpretar Su Palabra. De esto trata la hermenéutica de conocer esos principios establecidos por Dios y aplicar esos principios a la interpretación de Su Palabra.

La hermenéutica como arte

Arte: Es la capacidad, habilidad o actividad para hacer algo.

Arte en la aplicación de la hermenéutica; la exegesis aplica las reglas.

Aplicado a la hermenéutica es un arte porque la comunicación es flexible, y no siempre se puede entender el significado de lo comunicado aplicando las reglas rígidamente.

Si queremos interpretar la Biblia, la repuesta a cómo interpretar la Biblia debe llegar desde la Biblia misma, y así como la Palabra de Dios no cambia, las reglas o principios tampoco pueden cambiar.

La Biblia misma nos proporciona las reglas o principios de cómo interpretarla correctamente. Así como el lenguaje humano tiene principios normativos que se deben considerar cuando estamos interpretando el mensaje comunicado, de la misma manera sucede con las Escrituras. Las Escrituras establecen los principios bíblicos que se encuentran en la misma Escritura en cuanto a como ella misma se debe interpretar.

Qué significa Interpretación? Es sacar el sentido o significado correcto del texto aplicando los principios de la hermenéutica.

Interpretación: del griego; Hermeneia. (Strong 2058 1ª a los Corintios 12:10, 14:26). Es el proceso exegético de determinar el significado correcto de un texto, no se refiere al significado particular que el lector le asigna al texto bíblico o el significado que esperaría encontrar, sino más bien el significado propuesto por el autor original.

Qué es la Exégesis?

La exégesis bíblica es la aplicación de los principios hermenéuticos a las Escrituras a fin de determinar su significado exacto.

Exégesis: Es hacer una correcta interpretación, aplicando los principios hermenéutico; Narrar, Describir, Explicar o interpretar: literalmente quiere decir “conducir fuera de”, extraer, sacar, exponer hacia fuera el significado que está dentro del texto.

El término Exégesis viene del verbo griego "Exeghéoamai" que quiere decir; narrar, describir, explicar, o interpretar (Lucas 24:35, Juan 1:18, Hechos 10:8,15:12, 15:14, 21:19).

Exégesis es casi sinónimo de Hermenéutica. Pero hay sin embargo una diferencia técnica importante: La exégesis aplica los principios establecidos en la hermenéutica es por eso que exégesis es sinónimo de interpretación. La exégesis es la aplicación de la hermenéutica. La hermenéutica da los principios y la exégesis los aplica. La hermenéutica es la teoría y la exégesis es la práctica.

En el lado opuesto tenemos "Eixegesis" literalmente es entrar al texto algo que no está dado en el texto.

Esto sucede cuando venimos al texto con presuposiciones (tener una idea asumida antes de leer el texto), sucede cuando venimos al texto con una idea preconcebida, cuando llegamos al texto con algo ya decidido y dado por sentado antes de leer las Escrituras.

Las Escrituras están presentadas de tal forma que su contenido pueda ser entendido por todos. La claridad de la Biblia afirma que la palabra de Dios es clara y sencilla en lo que comunica para que toda persona pueda comprenderla. Es por eso que se esperaba que todo judío fuera capaz de entender las Escrituras al punto que se les mandó repetir estas palabras a sus hijos (Deuteronomio 6:6-7). El rey David decía que los testimonios de Dios hacen sabio al sencillo (Salmos 19:7) y Salomón dijo que la sabiduría divina era para los hombres simples (Proverbios 1:14).

La Escritura es clara y debemos llegar a ella como niños, no ya con una doctrina establecida, porque la tendencia es forzar la escritura e introducir allí la doctrina o la idea que ya teníamos en la mente (prejuicios teológicos), Es decir, tenemos una idea preconcebida y queremos que el texto se acomode a nuestras presuposiciones. Es por eso que el Apóstol Pedro dice; “que tuercen las Escrituras” 2ª Pedro 3:16. El autor de Hebreos dice que se han hechos tardos para oír Hebreos 5:11, Pablo mismo dice que por causa del pecado la mente ha sido entenebrecidas Efesios 4:18 y corrompidas Tito 1:15. Con Isaías 57:17

Otras presuposiciones que dañan la correcta interpretación son las experiencias, muchos someten la interpretación de las Escrituras a las experiencias personales que han tenido, en lugar de someter toda experiencia a las Escrituras. Las Escrituras interpretan toda experiencia y no al revés.

Etimología de la palabra Hermenéutica

La palabra Hermenéutica proviene del griego "Hermeneutikos" compuesta del sustantivo "Hermeneia" que se traduce como "Interpretación" del griego “Hermeneuo” (Strong 2058 1ª Corintios 12:10, 14:26, Lucas 24:27 “interpretar, traducir o dar sentido o significado a un texto o idioma”) y de "Tikos" Techné; Arte, habilidad, oficio, que se traduce como arte.

La palabra Hermenéutica por su raíz etimológica ha sido relacionada con Hermes, el mitológico heraldo de los dioses, a quién se le atribuían los medios más elementales de comunicación, hijo de Zeus y Maya, mensajero entre los dioses mitológicos del Olimpo, encargado de llevar los mensajes secretos (Herméticos) y descifrarlos, solo a los destinatarios.

Hermes, era pues el hermeneuta (intérprete), de los secretos que en forma oral eran transmitidos a los otros dioses y a la humanidad.

Homero, en el Himno XVIII, describe a Hermes como el “raudo mensajero de los dioses griegos”, “el de la profética voz”, encargado de hacer inteligibles y expresar en palabras humanas los mensajes de los dioses o mejor dicho la deidad correspondiente de Lycaonian comparar con Hechos 14:12

Hechos 14:12 Y a Bernabé llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque éste era el que llevaba la palabra.

Frecuentemente las academias contemporáneas usan el término Hermenéutica para cubrir el proceso entero desde la Exégesis (Interpretación fiel del mensaje) hasta la Homilética (Entrega del mensaje). Otras academias prefieren usar Exégesis Bíblica, para desmarcarse de la etimología de la palabra, algunas prefieren usar un término más moderno "Predicación Expositiva".

La necesidad de la hermenéutica

La Hermenéutica no es un fin en sí misma, ni tampoco es su propósito máximo producir eruditos bíblicos; La hermenéutica no puede sustituir el llamado de Dios, que es quién da el conocimiento y la sabiduría, y constituye maestros (ver el Principio de iluminación espiritual), la hermenéutica nos muestra que Dios quiere que su palabra se conozca, obedezca y se le proclame a otros: Dios nos manda a interpretar bien las Escrituras, y no interpretar bien la verdad de Dios sería pecado.

Dios nos manda a interpretar Su Palabra correctamente.

2 de Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.

Deuteronomio 6:6-9 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: Y las atarás por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos: Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas.

Josué 1:8 Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Esdras 7:10 Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová, y para hacer y enseñar a Israel mandamientos y juicios.

La Biblia no solo se debe estudiar para respaldar lo que creemos (constatar textos a fin de respaldar doctrinas teológicas), sino con el fin primario de conocer la Persona, la Obra y el Plan de Dios en Cristo. El respeto verdadero hacia la Biblia también incluye la tarea de someter a sus enseñanzas lo que creemos y lo que en la vida práctica vivimos. No se deben estudiar los pasajes que tratan acerca de un tema, solo para respaldar lo que entendemos particularmente acerca de este tema particular, sino entender lo que significa acerca de Dios y de Cristo y luego para ver si nuestra idea y nuestra vida está en verdadera armonía con la enseñanza de estos pasajes. Inquirir: Escudriñar, interpretar

Hacer/Cumplir: Aplicación y práctica

Enseñar: Proclamar, Predicar, discipular

Debemos juzgar nuestra interpretación a la luz del significado que el autor deseaba transmitir, no a la luz de nuestra experiencia.

Una cosa es saber lo que está escrito y otra es entender lo que significa y lo que Dios quiere decir acerca de Él y obedecerlo. "Oír y entender lo que el Dios está diciendo, no decir nosotros lo que tal vez Dios debería haber dicho". Entender bien y actuar en consecuencia. Oír bien para hacer bien”. La interpretación cambia la forma que entendemos y obedecemos la Palabra de Dios.

Santiago 1:22 Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. (Mateo 7:21-24, Lucas 6:46-47, Romanos 2:13)

Si tenemos una mala hermenéutica, es decir una forma incorrecta de interpretación, tendremos una mala interpretación de la Biblia, y lo que entendemos de la Biblia, es lo que nosotros luego hacemos, si yo leo mal las instrucciones luego edifico las cosas mal, si interpreto mal las instrucciones que Dios me da en las Escrituras, hare las cosas mal, no podré obedecer correctamente a Dios si no entiendo Su Palabra correctamente.

Si mal interpreto un mandato no podré obedecerlo, si Dios manda que lo adoremos de cierta forma y no lo interpreto bien, entonces no lo adoro como me lo está pidiendo.

La Hermenéutica informa al intérprete cual es el método más adecuado para la interpretación bíblica, provee pasos claramente definidos que, en conjunto con la iluminación del Espíritu Santo, guiarán al intérprete al significado intencionado por Dios.

Salmos 1:1-3 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.

No es suficiente sencillamente estudiar la biblia. Debemos meditar en ella; Y pedir en oración a Dios que dé, el conocimiento acerca de Él, de Su Palabra y de Su Voluntad, para ponerla en práctica y enseñar a otros.

Josué 1:8 "Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito". (Deuteronomio 6:6-9, 11:18-19, 17:18-19, 29:9, 30:14, 31:11, Josué 1:8, Esdras 7:10, Nehemías 8:8, 2ª de Timoteo 3:16-17).

Al recibir cualquier comunicación, nos vemos obligados a descifrar el “código” (lenguaje) en el cual el mensaje nos ha llegado. Este proceso de descifrar no es nada más ni nada menos que la interpretación. Normalmente no somos conscientes de la labor interpretativa que llevamos a cabo. En la vida cotidiana muchas veces entendemos la comunicación (verbal o no) de manera casi espontánea. El proceso hermenéutico suele ser muy breve, y muchas veces inconsciente. No obstante, en ningún momento dejamos de interpretar. Así que, estamos siempre haciendo la hermenéutica.

Nuestra lectura de la Biblia no es ninguna excepción a esta regla. De las Escrituras hay interpretaciones mejores y peores, pero no podemos escaparnos de la necesidad de interpretar cuando leemos la Biblia.

Interpretaremos mejor, y como consecuencia entenderemos mejor lo que Dios nos quiere decir, si nos volvemos más conscientes de nuestra práctica de la interpretación de cómo buscamos el sentido del texto bíblico. Por lo tanto, una de las metas de esta serie será, la de ayudarnos a volvernos un poco más conscientes de nuestra hermenéutica.

Hay necesidad de la hermenéutica porque estamos lejos del texto: El idioma, cultura, geografía, historia.

Hay necesidad de la hermenéutica porque interpretar mal la Escritura guía a la perdición (2ª Pedro 3:14-18).

Hay necesidad de la hermenéutica porque evita que llevemos presuposiciones a l texto: Tradiciones, teológicas, postmodernista, alegorización, etcéteras.

Hay necesidad de la hermenéutica porque nos previene de ser juez de la Escritura.

Hay necesidad de la Hermenéutica porque nos previene de tergiversar la Escritura.

Principios Hermenéuticos

Son los Fundamentos, Reglas o Conductas que guían universalmente al intérprete. Estos principios se pueden basar en la verdad bíblica, la práctica de comunicación, e incluso en el sentido común, sin embargo su uso eficaz lleva al intérprete a la verdad y lo protege de errores comunes.

Principios Hermenéuticos:

I. Principio de Iluminación Espiritual.

II. Principio de Estudio.

III. Principio de Responsabilidad Personal.

IV. Principio de Revelación Progresiva.

V. Principio de Comunicación Humana.

VI. Principio de Interpretación.

VII. Principio de Significado Singular.

VIII. Principio de Procedimiento Propio.

I. Principio de iluminación Espiritual.

Iluminación: Es dar luz o claridad al conocimiento racional, es adquirir el entendimiento claro y preciso sobre algo.

La iluminación espiritual es el acto del Espíritu Santo mediante el cual Él da luz, claridad o entendimiento para comprender las Escrituras.

Salmos 119:18 "Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley".

Santiago 1:5-6, 1ª de Corintios 2:6-16, Juan 14:26, 16:13, 1ª de Juan 2:7 con Santiago 1:22, Salmos 119:99-104, Proverbios 2:1-5.

¿Quién puede interpretar correctamente la Escritura?

1. El creyente que el Espíritu Santo está iluminando. Iluminación no es revelación, comparar con Juan 14:26, y mucho menos inspiración. Debemos dar gracias por la revelación y la inspiración dada a los autores bíblicos y pedir por la iluminación para entender y poner en práctica la revelación que ya fue dada por inspiración a los autores bíblicos.

La persona que no tiene al Espíritu Santo no puede entender ni recibir la verdad de la Escritura.

1ª Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.

2. El que dispone su corazón y busca entender y aplicar el texto.

Esdras 7:10 Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová, y para hacer y enseñar a Israel mandamientos y juicios.

No se puede entender las Sagradas Escrituras sin la ayuda Divina del Espíritu Santo. El intérprete necesita una disposición para buscar y conocer la verdad. Nadie puede correctamente emprender el estudio y exposición de la revelación de Dios, si Dios no se lo concede. El hombre natural es incapaz y no está dispuesto a entender las verdades divinas. Por eso Dios promete entendimiento espiritual (iluminación espiritual) de modo que se pueda interpretar y aplicar apropiadamente la Biblia: (Juan 14:16-18, 16:7-15, 1ª de Corintios 1:24, 2:14, 3:3, 3:19, Efesios 1:18, 1ª de Juan 2:27, 2ª de Timoteo 2:7).

El intérprete debe tener un corazón sincero de alcanzar el conocimiento de la verdad y de aceptarla humilde y cordialmente y una vez alcanzada, el amor a la verdad debe ser ferviente y ardiente, de modo que engendre en el alma entusiasmo por la Palabra de Dios y adoración a Dios, aplicación práctica y enseñar a otro.

El exegeta hábil y profundo es aquel que el Espíritu Santo ha tocado, ese fervor santificado debe ser disciplinado y controlado por una verdadera obediencia a Dios. Proverbios 1:7 "El temor a Jehová es el principio de la sabiduría". Tiene que existir un estado devoto en todo nuestro ser; cuerpo, alma y espíritu. Y gozar de una comunión viva con el Espíritu Santo por medio de la certeza de haber sido salvado por Jesucristo.

-Esta ayuda espiritual es un ministerio del Espíritu Santo.

-La iluminación provee “Discernimiento espiritual” al hombre espiritual.

-Ningún método de estudio de la Biblia puede reemplazar el ministerio de enseñanza e iluminación del Espíritu Santo.

El entendimiento requiere oración, Salmos 119, Efesios 1:16-18

El entendimiento requiere fe, Hebreos 11:6; Efesios 2:8; 2ª Timoteo 3:15-17, Romanos 10:14.

El entendimiento bíblico es más que una afirmación intelectual Proverbios 1:7

El que no teme a Dios no tiene sabiduría, no entiende nada.

Fe produce obras que produce entendimiento, Santiago 2:18-20; Salmos 111:10. No hay crecimiento espiritual si no practican lo aprendido, sino loa aplican, sino no ponen por obra.

Hebreos 5:14 Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.

II. Principio de Estudio.

Es imperativo entender que Dios ilumina al hombre mediante el estudio, y no sin esfuerzo, Dios nos manda a meditar en Su Palabra. (Deuteronomio 6:6-9, 11:18-19, 17:18-19, 29:9, 30:14, 31:11, Josué 1:8, Esdras 7:10, Nehemías 8:8, 2ª de Timoteo 2:15, 3:16-17; Salmos 119).

Leer la Biblia: Leer cuidadosamente, Leer espiritualmente, Leer con humildad, Leer atentamente, Leer, Personalmente, Leer Diferentes Versiones.

Objetividad: Con actitud abierta y neutralidad, sin ejercer ninguna función creadora, en el sentido de crear algo nuevo, sino que solamente debe ser eficaz a modo de instrumento para hacer salir a la luz lo que ya existe en el texto, de este modo el intérprete nunca se erige en señor del texto, sino que está subordinado al contenido y a las exigencia del mismo.

Científico: El intérprete debe usar los procedimientos hermenéuticos científicamente y con disciplina e independencia intelectual y mental que nos permitan analizar, comparar, sopesar las razones en pro y contra de un resultado y avanzar cautelosamente hacia una interpretación aceptable.

Humildad: La humildad es la ausencia de orgullo o soberbia, reconocer nuestras propias limitaciones y debilidades y actuar de acuerdo a tal conocimiento.

Isaías 66:1-2 Así dice el Señor: El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que podríais edificarme? ¿Dónde está el lugar de mi reposo? Todo esto lo hizo mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser declara el Señor. Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.

Salmos 138:6 Porque el Señor es excelso, y atiende al humilde, más al altivo conoce de lejos.

Actitud humilde

Motivos correctos: usted puede hacer una cosa correctamente, pero si los motivos no son correcto, el acto en si es pecaminoso. (Aún el sacrificio de los impíos es abominación a Jehová Proverbios 15:8)

Proverbios 28:9 Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación.

La humildad es una cualidad inherente al espíritu científico, cuanto más se amplía el circulo de lo sabido, mayor parece el de aquello que queda por descubrir, y aun lo que se da por cierto ha de mantenerse en la mente con reserva. Admitiendo la posibilidad de que nuevos descubrimientos o investigaciones más exhaustivas obliguen a rectificaciones.

¿Son contradictorios los principios de iluminación y de estudio? No.

III. Principio de responsabilidad personal.

Toda persona tiene la misma responsabilidad de estudiar correctamente la biblia; Leer Salmos 119

Deuteronomio 6:6-9 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Josué 1:8 "Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito".

2ª Timoteo 2:15 "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad".

Por siglos la iglesia católica ha ensañado que la Biblia no le pertenece a los laicos, sino a la iglesia; así, solamente la iglesia tiene el derecho y la responsabilidad de interpretarla.

<<Prohibimos que los laicos tengan los libros del A.T. y N.T… Estrictamente prohibimos que tengan los mencionados libros en sus propios idiomas>> (Concilio de Valencia 1229)

<<Solo la iglesia infalible puede decirnos cuáles libros pertenecen a las Escrituras y sólo una iglesia infalible puede interpretar el verdadero significado del Texto Sagrado, nadie puede hacerlo por cuenta propia>> (Teología Dogmatica para laicos, Mathias Premn pag. 29).

<<El trabajo de dar la interpretación auténtica de la Palabra de Dios, tanto en su forma escrita como en la tradición ha sido confiada sólo al oficio de la iglesia>> (2ª Concilio Vaticano 1962)

La reforma protestante libero a la Biblia, poniéndola de nuevo en manos del hombre común. Los reformadores claramente declararon que todo creyente tiene la misma responsabilidad de leer e interpretar las Escrituras.

La responsabilidad personal e individual de la interpretación de las Escrituras no significa repudio de las conclusiones exegéticas y de las formulaciones doctrinales elaboradas en la comunidad de la fe en el transcurso del tiempo (Teología Histórica).

Capacidad espiritual: Capacidad de una rápida percepción de lo que el pasaje enseña y de lo que no enseña: La facultad de discernimiento espiritual ha de ser alimentada por una actitud reverente dependiente de la dirección de Dios. Toda labor exegética debe ir de la mano con la oración, fe y perseverancia.

La mente, los sentimientos y la voluntad del intérprete han de estar abierta a la acción del Espíritu Santo, en toda labor exegética se debe ahondar en el espíritu que hay detrás del texto, se trata de descubrir la voluntad que había en la mente del autor, mediante la presencia del Espíritu Santo en cada intérprete y ser guiados por el Espíritu Santo que inspiró las Escrituras. (Salmos 119:18)

Compromiso: La comprensión de la palabra de Dios lleva inevitablemente al compromiso con Dios, a la decisión de aceptar lo que El ofrece y darle lo que exige, a hacer de su verdad nuestra verdad, de su voluntad nuestra voluntad y de su causa nuestra causa, tal es el compromiso que debe cambiar radicalmente nuestras vidas.

Lo más importante no es estudiar, es más importante el motivo puro por que estudias la Palabra, que debe ser siempre el de glorificar a Dios, nuestra propia santificación, para adorar mejor a Dios y para alcanzar más gente para Cristo.

Más vale no aprender, que aprender y no obedecer, porque si creces en el conocimiento de la Palabra de Dios y no lo aplicas te haces más responsable.

2ª Pedro 2:21 Pues hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado.

Comprometerse a la precisión:

Comprometerse a la perseverancia:

Comprometerse a la dependencia: Salmos 119:18

IV. Principio de revelación progresiva.

Dios no reveló toda la verdad de sí mismo, su Persona y su Plan de una sola vez, sino que lentamente, poco a poco y a personas diferentes, dio a conocer su revelación mediante la historia (Hechos 17:30, Hebreos 1:1-2, Juan 1:17). Este principio no niega la unidad del texto bíblico, sino más bien reconoce su naturaleza progresiva y complementaria.

Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:20-21). Por lo tanto cuando interpretamos el Antiguo Testamento debemos dar la prioridad a la interpretación que el Nuevo Testamento da del Antiguo Testamento.

El Nuevo Testamento representa la revelación final, plena de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo, es la culminación de todo el plan de Dios para los siglos y de las verdades reveladas.

Toda la Escritura es inspirada, toda la Escritura es infalible e inerrante por tanto dodo lo que el Nuevo Testamento interprete del Antiguo Testamento es inspirado, infalible e inerrante. Debemos dejar que la Escritura interprete a la Escritura.

V. Principio de Comunicación Humana.

Dios creó al hombre a su imagen (Génesis 1:27), la imagen divina incluye la habilidad de comunicación específica y verbal. Dios creó y diseñó la comunicación para facilitar nuestro entendimiento.

La caída humana (Génesis 3), el aumento de diversas lenguas como resultado de la Torre de Babel (Génesis 11), y el crecimiento de y la expansión de la civilización humana han contribuido a la confusión comunicativa.

Dios por su propia cuenta decidió producir su Palabra dentro de la esfera de comunicación humana y, por lo tanto, lo relegó al proceso normal de comunicación. Esto no limita la inspiración o la inerrabilidad de la Palabra, así que la participación humana no contaminó el mensaje divino; no obstante, tal decisión formalizó el mensaje dentro de los límites de la comunicación humana normal. (Ver principio de perspicuidad: Las Escrituras son suficientemente claras para que todos las puedan entender).

Es verdad que identificamos las Sagradas Escrituras como «Palabra de Dios», pero en realidad también estamos frente a un libro divino escrito por humanos. Es Palabra de Dios en el lenguaje del hombre; su autor último es Dios, pero él utilizó a autores humanos como instrumentos para transmitir su pensamiento y mensaje. Dios emplea cualquiera de sus criaturas y los emplea de acuerdo a la naturaleza de la criatura y al carácter individual.

La inspiración no involucra la suspensión ni la supresión de la Facultades humanas, tampoco de las facultades mentales características del individuo: Por ejemplo si era hebreo hablaba en hebreo, si era griego hablaba en griego, si era instruido o culto hablaba como hombre de cultura si era tosco, emocional, contemplativo, dejando cada uno su impronta.

Los escritores inspirados por Dios emplearon la plenitud de sus propios pensamientos y sentimientos, en el sentido que emplearon el lenguaje y modo de expresión que les era más natural y apropiado para cada uno y sin embargo no por todo ello hablaron en menor grado de inspiración uno de otro, ellos hablaron o escribieron tal y como fueron impulsados por El Espíritu Santo y sus palabras eran las palabras del Espíritu Santo (1ª Corintios 2:10-13, 1ª Tesalonicenses 2:13)

Este mensaje y pensamiento divino incrustado en el lenguaje humano constituye el sentido bíblico o sentido literal: lo que Dios nos quiere expresar, comunicar y enseñar, utilizando el lenguaje del autor humano. Es Dios mismo el que determinó el sentido de cada palabra usada en cada contexto. Es por eso que cada palabra en su contexto usado tiene un solo sentido, el que fue dado por Dios.

Lo que este autor humano primario nos transmite en su lengua, que él entiende como mensaje divino o revelación divina, es lo que constituye el "sentido literal" de las Escrituras; es el mensaje de la infinita sabiduría de Dios encarnado en la letra y en las palabras del escritor o transmisor humano del mismo y en su contenido y alcance, del entendimiento del escritor humano o hagiógrafo.

Es el Espíritu quien lleva al autor a escribir (2ª Timoteo 3:16, 2ª Pedro 1:20-21) y dar a cada palabra el significado que él quiso.

Es el trabajo del intérprete identificar la intención del autor original la cual siempre tiene un solo significado, lo que Dios quiso decir, es lo mismo que el autor humano usado por Dios quiso decir, no como si fueran dos cosas diferentes, ni mucho menos lo que el interprete particular entiende, sino lo que dice Dios.

Así como el lenguaje humano tiene principios normativos que se deben considerar cuando estamos interpretando el mensaje comunicado, de la misma manera sucede con las Escrituras. Las Escrituras establecen los principios en cuanto ella misma se debe interpretar.

Toda comunicación exige interpretación. Sea que se trate de una conversación entre una pareja de esposos, un artículo de periódico, una novela, etc., cada una llega envuelta en normas lingüísticas, culturales, gramáticas, geográficas e históricas. La comunicación efectiva exige una comprensión mutua de estas normas.

Etimológicamente, la palabra comunicación se refiere a común-acción. En este sentido, la comunicación es la coordinación de acciones. Así la comunicación será más que el intercambio de información. Siempre coincide con el sentido de la información que se emitió. Las personas interpretan la «información» de manera particular y no proposicional, permite centrarse en coordinar acciones y no en abocarse a buscar al responsable que no transmitió bien o que no escuchó bien cuando se producen malos entendidos.

En este contexto, podemos señalar que los seres humanos son seres comunicantes que dependen críticamente de su capacidad para comunicar con el fin de afrontar las demandas de la vida en una sociedad compleja.

En el proceso de comunicación, es necesario comprender elementos centrales que configuran su importancia en el ámbito de las relaciones humanas: Todo comportamiento o no comportamiento es comunicación. Es un proceso que se da en un contexto.

La comunicación involucra el deliberado intento de relatar conceptos en un proceso de comunicación corriente al recipiente para mejorar y facilitar su entendimiento. Obviamente, se hace más fácil dentro de un ambiente parejo.

La confusión comunicativa se aumenta en proporción directa a la distancia histórica, cultural o lingüística entre el comunicador y el destinatario.

Una mayor distancia exige más participación tanto del que comunica como del que lo recibe. En caso de un documento escrito formalizado dentro de un ambiente particular de historia y cultura (este es el caso de la Biblia), el destinatario es el responsable de formar puente entre su mundo y el texto.

El proceso de escritura exige interpretación bíblica. La Biblia fue escrita hace miles de años, en un idioma, cultura, geografía e historia diferentes. Así como la Escritura fue revelada vía autores humanos que bajo inspiración anotaron la verdad divina y normas específicas a su situación, así también generaciones, culturas, historias, etc., subsiguientes bajo la ayuda divina deben estudiar y entender estas normas para interpretar apropiadamente el mensaje anotado en Las Santas Escrituras.

Toda la Escritura es inspirada, exhalada por Dios, cada Palabra que Dios escogió, la escogió de manera intencional y lo hizo por medio de autores humanos, con vocabulario humano, con expresiones humanas, en un idioma y lenguaje humano, y debido a la naturaleza humana del mensaje podemos y debemos leer la Escritura de acuerdo a las reglas de interpretación de libro escrito en lenguaje humano, La Biblia no fue escrita en un idioma celestial o angelical, fue escrita por hombres comunes y corriente en un idioma común y corriente dirigida a una audiencia humana común corriente. Todo esto Dios los hizo llevando al autor a escribir exactamente lo que Dios quiso escribir para que el producto final sea lo que Dios quiso escribir a los seres humanos y lo hizo por medio de seres humanos en la manera que los seres humanos escribir sus libros y es por eso que debemos leer e interpretar la Biblia de acuerdo a las reglas normales de interpretación. Sin ignorar el contexto histórico y cultural, ni los contextos literarios y gramaticales.

VI. Principio de interpretación: “literal-gramático-histórico”.

Por interpretación literal queremos decir que cada palabra debemos darle el significado normal dentro de su contexto y género literario. Se refiere a la forma normal en que la audiencia original debía haber entendido el texto. Esto permite un significado figurativo o metafórico si es consistente con el propósito del texto.

“Exige que el texto sea interpretado en el sentido original y normal mejor que en un sentido literal”.

Nehemías 8:8 Y leyeron en el Libro de la Ley de Dios, interpretándolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura.

El sentido literal es el sentido común, o normal, la forma que la audiencia original debía entender el texto, que incluye figuras de lenguaje.

No debemos buscar un significado oculto, sino el significado que Dios claramente ha revelado. Dios desea que se entienda Su Palabra, y por eso está escrita conforme a las reglas de la comunicación normal.

La interpretación literal se limita al intento del autor: ¿Qué quiere decir el autor original? Lo que Dios quiso decir es exactamente lo que el autor humano quiso decir y es lo que exactamente yo debo entender.

Este principio naturalmente se dirige al significado único de cada texto. La regla es: cada texto no contiene una multiplicidad de interpretaciones que dependen sobre los entendimientos o caprichos del intérprete, códigos, claves, etcétera; más bien hay una única que encaja con lo que dijo el autor original.

El sentido literal: es el que se expresa directamente por las letras, palabras o expresiones concretas del lenguaje, tal como lo entiende y usa el autor.

Responde a la pregunta: ¿qué es lo que el autor o escritor nos quiere decir con estos términos o palabras?

Interpretación literal: Es interpretar la biblia como literatura con sentido común, su significado normal dentro de su contexto y género literario: Narrativo Histórico, Literatura Poética y de Sabiduría, Parábolas, Figuras, Tipología, Metáforas, Símil, Hipérboles, Epístolas, Profecías, Etcétera.

El sentido literal de una palabra fuera de su contexto sería el sentido más común de la palabra. Es decir, la primera opción que el diccionario presenta. Por ejemplo, el sentido literal de la palabra “pastor” sería la persona que cuida ovejas.

Es imposible siempre entender las palabras individuales de manera literal porque ese sentido ignora el rango semántico de las palabras. Las palabras presentan más de un solo sentido dependiendo de su contexto. Por ejemplo, sería absurdo entender a Hebreos 13:7, “acordaos de vuestros pastores” como un llamado a acordarse de los que tenían la profesión de cuidar ovejas.

Entonces, si uno aplica el término literal a una palabra individual, una hermenéutica literal tendría que referirse al deseo de priorizar el sentido literal, no que siempre debemos interpretar las palabras de acuerdo con su sentido más común. En otras palabras, debemos comenzar con el sentido literal, y sólo buscar otra alternativa si es absurdo tomarlo de manera literal, y es más claro tomarlo de manera simbólica.

Literal histórico: Es entender el significado tomando en cuenta el contexto histórico en que se escribió el texto.

Es el que quiso darle el autor en el momento de escribir, de acuerdo con el uso y sentido que las palabras tenían en ese entonces. Como hemos visto, el lenguaje cambia y evoluciona, y es bien posible que el mismo sentido literal de una palabra o expresión cambie. Por eso, para entender el sentido que un autor quiso darle a sus escritos, debemos conocer el momento y medio históricos cuando escribió y el sentido o significado que las palabras tenían en ese entonces.

El evangelista Lucas, al igual que otros autores del Antiguo y Nuevo Testamentos, usan, por ejemplo, la expresión “ándra oú gnoskó” (conocer varón) en uno de los sentidos que se le daba en su tiempo, siguiendo la tradición y uso semita, de «tener relaciones sexuales». Las versiones modernas deben ajustar este sentido literal histórico al sentido actual, cuando el verbo «conocer» ya no se usa para lo que María quiso decirle al ángel en Lucas 1:34. La NVI traduce: ¿Cómo podrá suceder esto,… puesto que soy virgen?

Literal gramatical: Se le llama así al sentido literal porque es la forma regular que se utiliza para establecerlo.

Son las leyes gramaticales y lógicas las que nos ayudan a señalar este sentido, ya que el sentido literal es el que natural y primariamente tienen las palabras, según las reglas de la lógica y la gramática.

Por ejemplo: la palabra «perro» la encontramos muchas veces en las Escrituras; la mayoría de las veces con el sentido literal del animal de cuatro patas que todos conocemos: Éxodo 11:7; 22:31; Mateo 15:26; Lucas 16:21. Pero en otros casos «perro» se usa en sentido figurado: 2 Samuel 16:9; Filipenses 3:2; Apocalipsis 22:15.

Si hemos presentado estas primeras nociones y ejemplos de dos de los sentidos básicos bíblicos es para mostrar la importancia del estudio semántico y lingüístico de los términos, que nos ayudan a descubrir el sentido exacto de las palabras.

Queda así mismo evidente la importancia de la hermenéutica, de la cual forma parte precisamente el estudio de los diversos sentidos. Por eso es pertinente estudiar un poco las tareas y fines de la hermenéutica bíblica.

2ª de Pedro 1:20-21 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Si la Biblia no es de interpretación particular, es decir nadie le puede atribuir un significado o sentido particular, porque ninguna porción de la Biblia es de origen humanos, sino que es de origen divino, fue inspirada por el Espíritu Santo, esto significa que el único que puede dar el significado y sentido correcto es el Espíritu Santo, entonces debemos dejar que la Biblia misma de el significado y sentido a cada palabra en su contexto.

Es lo que conocemos como: “Analogía de la Fe”

La Biblia se debe comparar con la Biblia para descubrir su significado en su totalidad, en este sentido "el contexto normal de cualquier texto de la Biblia, es la Biblia Entera". Cualquier pasaje de la Escritura se debe interpretar a la luz de toda la Escritura.

Por analogía Escritura o Sinergia de la Escritura se quiere decir que la Sagrada Escritura es interprete de sí misma, la totalidad de la Escritura es mayor que la suma de sus pasajes, no se puede comprender la Biblia en su totalidad sin comprender sus partes individuales y no se puede comprender sus partes individuales si no comprende la Biblia en su totalidad, ningún pasaje bíblico ha de estar sometido a servidumbre de la tradición, la experiencia o ser interpretado aisladamente de modo que contradiga lo enseñado en otro pasaje o en su conjunto, la Biblia no se contradice a sí misma. Si llegamos a una interpretación de un pasaje que contradice una verdad enseñada en otras partes de las Escritura, nuestra interpretación no puede ser correcta.

La Escrituras se deben comparar con las Escrituras para descubrir su significado en su totalidad.

La Biblia se debe comparar con la Biblia para descubrir su significado en su totalidad, esto se conoce como: Analogía de Fe, Analogía de Escritura o Análisis Teológico: "Cada texto, cada pasaje, cada versículos se debe interpretar a la luz de todos los demás versículos".

Cada texto debe interpretarse en armonía con la enseñanza general de la Escritura. Dios es el autor de cada libro de la Biblia, por lo tanto la Escritura demostrará unidad y armonía de propósito y doctrina.

La Biblia misma es su mejor intérprete, ningún pasaje puede contradecir una doctrina que es claramente establecida y enseñada en otros pasajes, "la Biblia entera es un nivel de contexto por cada pasaje en ella". Por lo tanto el intérprete debe reflexionar en todo lo que dice la Escritura al interpretar un texto en particular. El principio básico del análisis teológico es que el significado doctrinal atribuido debe estar en consonancia no solo con algunos textos escogidos, sino con toda la enseñanza que sobre el mismo punto de doctrina aparece a lo largo de toda la Biblia “Analogía de la Fe”. Aunque ni la Teología Bíblica ni la Teología Sistemática controlan la interpretación del texto, los Sistemas Teológicos pueden ayudar a entender mejor. Entender las grandes doctrinas generales de la Biblia, ayuda a entender los pasajes o versículos más difíciles. (ver Teología y Sistemas Teológicos) Si llegamos a una interpretación de un pasaje que contradice una verdad enseñada en otras partes de las Escritura, nuestra interpretación no puede ser correcta.

La Escrituras se deben comparar con las Escrituras para descubrir su significado en su totalidad. No está sujeta al capricho individual (2ª de Pedro 1:20-21), el interprete debe dejar que el Espíritu Santo sea el maestro: 1ª de Juan 2:27 "Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en El". Juan 16:13-15 "Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. 14 El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que El toma de lo mío y os lo hará saber". "El Espíritu Santo que inspiró las Escrituras es el mejor Exegeta".

Juan 1:18 “Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer”. (exegesato). Interpretar las Escrituras a la luz de las Escrituras (2 Pedro 1:19-21), es un principio básico fundamental, "La analogía de fe" es fundamental para discernir la interpretación correcta de las Escrituras. Las Escrituras interpretan las Escrituras. La interpretación que las Escrituras dan a sí misma es infalible e inerrante, porque las mismas Escrituras son infalibles e inerrantes. El Señor Jesucristo y Sus Apóstoles interpretaron las Escrituras Cristo-céntricamente. La interpretación de Jesús en cuanto a quien era Él, y cuál era su misión a la luz de las Escrituras es el fundamento de iglesia. Fue lo que separó la sinagoga de la Iglesia.

El Señor Jesucristo hablaba de Sí mismo utilizando las Escrituras, Él expuso el verdadero significado de las Escrituras (Juan 1:18) Cuando Jesucristo resucitado iba caminando con Cleofás y otro discípulo camino de Emaús Les explicó; "comenzando desde Moisés y siguiendo por los profetas y los Salmos, les declaraba en todas las Escrituras, lo que de Él decían" (Lucas 24:24-27,44). Los Apóstoles también interpretaron las Escrituras a la luz de Cristo y el Evangelio. Aplicaban al Antiguo Testamento una HERMENÉUTICA CRISTOCENTRICA. Los Apóstoles filtraban el Antiguo Testamento a La luz de la Persona y Obra de Jesucristo, de tal manera que entendían que las Escrituras hablan de Cristo y señalan a Cristo y al Evangelio. La predicación de los Apóstoles y sus Epístolas, casi todo lo que dicen del Antiguo Testamento lo relacionan a Cristo, o a algún aspecto de Su Persona o a la Obra de Cristo.

VII. Principio de significado singular.

En el último siglo ha habido un creciente énfasis en “lo que el texto significa para mí”. Esto ha llevado a muchos a dar por sentado que pueden entender las Escrituras con un significado personal y sin estudio. Por consiguiente se ignoró la necesidad de principios hermenéuticos que cubran la brecha cultural, y las interpretaciones personales e individualistas abundaron.

“El lector no determina el significado del texto con su significado particular, es el autor original el que determina el significado de lo que él quiso decir”

<<Es el sentido histórico solamente que suple la doctrina sana y verdadera”. Escribió que “debemos esforzarnos… para encontrar un sentido singular, simple, verdadero y gramático de las palabras del texto” y afirmó que “sólo el sentido singular, apropiado y original—el sentido que fue escrito, hace buenos teólogos. Entonces, las palabras [del Espíritu] no pueden tener más que un solo y simple sentido”. Finalmente agrega, “debemos permanecer siempre en el sentido simple, puro y natural de las palabras, el que acuerda con las reglas de la gramática y el uso normal del idioma, así como Dios lo creó en el hombre>> -Martín Lutero.

Por regla general, cada texto no contiene una multiplicidad de interpretaciones que dependen del entendimiento caprichoso del lector particular, más bien hay una sola interpretación que expresa la intención del Autor original.

La interpretación no puede ser subjetiva; ya que no se trata de lo que signifique el texto para mí, o para ti, sino que significa para Dios. El autor es el único que tiene el derecho de determinar el significado de Sus Palabras (2 Pedro 1:20-21)

Y es el autor el que nos ilumina el entendimiento de lo que Él exactamente dijo.

No debemos confundir el que “significa para mí” con la responsabilidad y el compromiso personal. En el significado de toda interpretación, yo debo ser el más interesado en la su aplicación personal, y en obedecer, ser moldeado, y santificado, y no creer que solo aprendo para enseñar a otro y no ser un hacedor de la Palabra.

Significado: Es la idea que Dios quiso comunicar a su audiencia original

Dios dio el significado singular a su audiencia original.

Es Dios quien determina el sentido de cada palabra que el pronunció, es un solo sentido. El sentido en su contexto es singular, en un texto el autor siempre quiere decir una sola cosa.

Sentido: Es la intención determinada por el autor (Dios), tanto el autor divino (Dios), como el autor humano usado por Dios, presentan en sentido común y único, no dos sentidos, ni mucho menos contarios.

La implicación son las diferentes consecuencia o efecto del sentido o significado; son las cosas que aplican a los creyentes de manera general.

Implicación diferentes consecuencia o efecto del significado para la audiencia original.

Implicación diferentes consecuencia o efecto del significado o del sentido que aplican para la audiencia actual.

Nehemías 8:8 Y leyeron en el Libro de la Ley de Dios, interpretándolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura.

Primero se explica significado del texto y luego hablo a todo de lo debemos hacer en base a las implicaciones del texto. (Esdras 7:10, Mateo 28:18)

Enseñar y enseñar a obedecer y guardar las cosas que se han enseñado.

La aplicación es cuando el Espíritu Santo nos ayuda a ver como cambiar nuestras vidas en base al significado y en base al individuo en particular.

VIII. Principio de procedimiento propio.

Primero se descubre el significado por el proceso hermenéutico. Entonces somos preparados de buscar la aplicación contemporánea y últimamente el mensaje de proclamación: Interpretación-Aplicación-Proclamación.

Esdras 7:10 Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.

Disposición: Hebreos 5:11-14, Santiago 1:1-21,

Obedecer/aplicar: Mateo 7:24, Lucas 6:46-47, Romanos 2:13, Santiago 1:22-27

Enseñar:

La interpretación es completamente distinta de la aplicación, sin embargo, la aplicación es completamente inseparable de la interpretación. Esto, porque una vez que hayamos interpretado el sentido del texto, ese sentido demanda nuestra aplicación. (Deuteronomio 6:1-9, Mateo 28:10-20)

(Enmanuel Cruz)

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Pero así como ustedes abundan en todo: en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud, y en el amor que hemos inspirado en ustedes, vean que también abunden en esta obra de gracia.

2ª a los Corintios 8:7

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